¿Qué Es El Esoterismo?
Podría comenzar con una definición simplista: “esotérico es todo lo que está escondo a la mayoría”, para complicarlo con: “es la verdad más trascendental, oculta tras los símbolos que la representan, por parábolas que la ocultan O por alegorías que la velan”. De donde se comprende que las enseñanzas esotéricas tengan el carácter de estrictamente reservadas a los iniciados. Haciéndose fácil intuir que el esoterismo trata de cuanto relaciona al ser humano con el Todo Universal (el G.·. A.·. D.·. O bien.·. If you have any type of concerns relating to where and exactly how to make use of VIDENCIA, you could call us at the website. para los masones), en los planos físico, psíquico y espiritual.
Por ende y ya antes de ir más adelante, comprendamos que no Existe una ciencia esotérica, sino más bien una multiplicidad de ellas, Pues siendo el esoterismo “el corazón y el espíritu de las religiones”, cada una de ellas conservará conocimientos de carácter esotérico, Aproximadamente secretos, Más o menos ocultos a sus adeptos, Aproximadamente misteriosos. Sin olvidar que Todas las religiones han surgido de un conocimiento común, presente en el subconsciente de la humanidad desde su cuna, Quizás como un acervo cultural herencia de un Universo que precedió al actual, En la eterna rueda de las sucesiones y transmutaciones que toda materia, visible O bien invisible, sufrió, sufre y sufrirá por los siglos de los siglos.
“Como es arriba es abajo”, decían los alquimistas del medievo y recogían los rosacruces renacentistas, resumiendo en una frase toda la filosofía de la dualidad. Arriba y abajo, blanco y negro, el bien y el mal, lo conocido y lo secreto: Exoterismo y esoterismo, los 2 aspectos de una misma doctrina, de un mismo conocimiento. En apariencia opuestos, Verdaderamente complementarios; abiertos los unos a la generalidad de los mortales y reservados los otros a los iniciados, al círculo interno, a los que han merecido llegar al conocimiento.
Como bien saben los kabalistas, existen las letras y el espíritu de las mismas. Coexisten sin que, los no iniciados, lleguen Ni siquiera a sospechar que los signos (símbolos) que conocemos como letras, puedan tener mayor alcance, más significado que el por La mayoría conocido ¡el que el racionalismo científico las atribuye!
Sírvame esto como ejemplo del aparente significado y el espíritu del símbolo, este último ignoto para el no iniciado, secreto por su misma naturaleza, De forma que absolutamente nadie tiene poder para divulgarlo. Continua y Proseguirá inexpresado Y también inaccesible a los no iniciados, a los profanos, y solo por símbolos se le podrá alcanza. Téngase por bien entendido que el Maestro no transmite a sus discípulos el secreto en sí, sino el símbolo y la influencia espiritual que hace posible su comprensión.
Distinguiéndose 3 etapas O bien niveles de complejidad creciente en la noción y comprensión de lo esotérico:
El secreto, O misterio, es lo que en principio se recibe en silencio; es un esoterismo “objetivo”. Entonces se prohíbe Hablar de ello; es un esoterismo “subjetivo”. Para, finalmente, resultar bastante difícil referirse Incluso al mismo; es un esoterismo “esencial” O bien metafísico, con el que se unifican por el interior Todas las doctrinas tradicionales.
Un error usual es considerar al esoterismo como materia de carácter religioso, Puesto que lo religioso no tiene, ni mucho menos, el monopolio de lo sagrado. Por otro lado el esoterismo tampoco puede convertirse, como sucede En ocasiones, en una religión especial para empleo de privilegiados, En tanto que constituyendo un punto de vista sobre lo sagrado, no puede ser lo sagrado en sí. Quizás la mejor explicación sobre la diferencia entre el esoterismo y lo religioso, sea decir que lo que en el esoterismo es secreto, en la religión se convierte en misterio.
No tiene el esoterismo un vocabulario especial y secreto, solo conocido por los iniciados, Pues teniéndola ya no sería esoterismo. Lo que hace es dar un sentido especial a términos de empleo habitual en otras disciplinas, debiéndose tener en consideración que esos medios de expresión O bien comunicación datan de la época en la que quedaron fijados sus significados, Con lo que cuando tratamos de esoterismo debemos tener en consideración el concepto del Planeta que correspondía al espíritu de los contemporáneos y el estado de la ciencia en aquel tiempo.
Los filósofos de la Grecia clásica reconocían una realidad superior habitada por energías invisibles. Colocaban al hombre en el centro del Cosmos y partiendo de él dividían el Universo en un ternario de manifestaciones que incluían un plano físico O bien material, un plano psíquico y un plano espiritual, en una jerarquía que Durante milenios fue la base de toda enseñanza.
Centrar al hombre en el Cosmos fue la consecuencia de la identidad de los elementos que componen al uno y al otro. Al respecto los pitagóricos consideraban que el hombre constituye en sí un microcosmos, doctrina que fue aceptada por Platón y que permitió, partiendo de la analogía armoniosa que une al Cosmos y al hombre, Esto es, al macrocosmos con el microcosmos, distinguir en el hombre tres formas de existir:
Al Mundo, O bien plano material, le corresponde el cuerpo.
Al plano psíquico le corresponde el Alma.
Al plano espiritual el espíritu.
Esta división dio sitio a 3 disciplinas:
La ciencia de la naturaleza, O bien física.
La ciencia del ánima, O bien Psicología.
La ciencia del espíritu O bien metafísica. Llamada Así por comprender de todo lo que está más allá de lo físico.
Es importante tener en cuenta que el espíritu no es una capacitad individual, sino una capacitad universal que está unida a los estados superiores del ser.
Esta división ternaria entre cuerpo físico, Ánima y espíritu, que Hoy puede resultarnos extraña, fue común a Todas las doctrinas de la antigüedad Aun que sus respectivos límites no Siempre sean plenamente coincidentes.
La encontramos en las más antiguas tradiciones chinas e hindúes, y el propio Génesis de la tradición judía presenta al Alma viviente como el resultado de la unión del cuerpo físico y el soplo del espíritu.
Es parte del pensamiento de Platón, traduciendo Después los filósofos latinos el ternario: noûs, psyche y soma, del griego clásico a su equivalente latino: spiritus, anima y corpus.
Aun la primitiva tradición cristiana heredó la tripartición expresada por Juan al principio de su Evangelio, fuente del esoterismo cristiano. El ternario Verbum, Lux y Vita que Juan enumera es Precisamente el de los tres mundos: espiritual, psíquico y corporal, representando la luz el estado psíquico O sutil que está presente en Todas y cada una de las teofanías.
Lo que separó al cristianismo del pensamiento tradicional, fue el interés que los pensadores cristianos tuvieron siglos Más tarde en negar al Ánima un factor sutilmente corporal, como hiciera toda la escuela platónica. De forma que los pensadores cristianos de tanto aproximar Ánima y espíritu llegaron a unirlos y confundirlos, separandose con ello de todo el pensamiento clásico.
Con ello dieron lugar al dualismo de ánima y cuerpo y a la confusión de lo psíquico y lo espiritual, entre cuyos planos, tan diferentes para todo el pensamiento clásico, el Planeta exotérico de tradición cultural cristiana no ve Hoy diferencia alguna.
Mas, volviendo al esoterismo, que es lo que nos interesa, la jerarquía de valores del ternario: intuición, razón Y también intelecto, son las tres facultades del humano que le sirven para tomar conciencia de los 3 estados: físico O bien cuerpo, psíquico O Alma, espiritual O bien espíritu. La intuición sensible para el cuerpo, O plano físico; la imaginación para el Ánima, Aun que sería más acertado decir la razón e imaginación para el plano psíquico mental; y el intelecto puro, O intuición trascendente, para el plano espiritual.
El conocimiento esotérico no puede ser comprendido nada más que por el espíritu, Esto es, por la intuición trascendente O bien intelecto puro, que corresponde a la evidencia interior de las causas que preceden a toda experiencia. Siendo este el medio específico que tenemos para acercarnos a la metafísica, al conocimiento de los principios de orden universal. Con él se abre un dominio en el que no hay oposiciones ni enfrentamientos, ni complementariedades ni simetrías, Porque el intelecto se mueve en el orden de una unidad y una continuidad supra individual y supra racional. A este respecto Aristóteles afirmó que “el intelecto es más auténtico que la ciencia”.
Como la metafísica escapa por definición a la burda realidad de la razón, precisa de ciertos elementos de su mismo orden para expresar el conocimiento esotérico. Mas siendo la propia naturaleza del conocimiento inexpresable e inimaginable, acude a conceptos únicamente abordables A través de símbolos. Medio de expresión que no niega ninguna realidad de orden alguno, Pero los subordina todos por el poder de los Arcanos.
Las ideas platónicas, las invariables matemáticas, los símbolos de las artes antiguas, son ejemplos de los planos diferentes de la realidad.
La ciencia moderna, Al contrario, tiene como instrumento dialéctico la razón y como dominio el dominio general. La razón es Solo un instrumento unido al lenguaje, que se usa para todos los fines y que permite respetar las reglas de la lógica y la gramática, sin implicar O garantizar ninguna certidumbre respecto a la realidad de sus conclusiones y Todavía menos a sus premisas.
La razón es solamente un modo puramente deductivo y discursivo, un “habitus conclusionum”, Conforme Santurrón Tomás, que no remonta a las causas.
Es una red de mallas Aproximadamente apretadas, lanzada sobre el Mundo de los fenómenos, que forma cuerpo con ellos cuando éstos son bastante densos, Pero que los deja pasar y los ignora cuando son más sutiles. Para la ciencia y la razón, un hecho no observado O no mensurable sencillamente ¡no existe!. Y menos Aún tratándose de algo que no sea un hecho físico.
Pero cualquiera que se pare a meditar sobre esa limitación de la ciencia oficial, comprenderá que la realidad no puede estar ligada por la grosera traducción hecha de exactamente la misma, ni limitada por una tecnología que la historia y su evolución nos ha enseñado que Siempre y en toda circunstancia es provisional.
La respuesta que da la razón, En tanto que no es más que una contestación a una cuestión planteada, depende mucho de La pregunta formulada y de su planteamiento. Está condicionada por ella en su unidad, su medida y su escala de valores.
Toda respuesta basada en la razón esta ya en cierta forma condicionada en La pregunta por los postulados de que parte. El eco semeja Así el modelo de toda respuesta inteligente, como la tautología, O repetición inútil de una misma definición expuesta de diferentes formas, es el modelo de todo razonamiento riguroso.
Por el contrario, la palabra solo adquiere su sentido más profundo en su causa, como eco de un pensamiento que usa palabras arcaicas, que son símbolos, para evocar una realidad Siempre actual, Mas que se convierte en esotérica por el materialismo progresivo de la inteligencia.
Tampoco la experiencia puede garantizarnos la verdad, Porque la experiencia personal esta limitada exclusivamente a nuestra historia humana, y esta es excesivamente breve, excesivamente reciente, excesivamente joven, excesivamente limitada, en un Cosmos que ha conocido estados muy diferentes y que no puede tener con ella ninguna medida común. No tiene en cuenta la experiencia la cualidad especifica de los tiempos, que solo puede revelarle un testimonio directo, procedente de la más remota de las edades, O sea, de una tradición.
Pero para comprender la tesis es necesario entender lo que Realmente significa el concepto de tradición, Normalmente negado, desnaturalizado O bien mal conocido. No se trata de la expresión del colorido local, de costumbres populares que como mucho se remontan a unos pocos centenares de años, ni de costumbres curiosas recogidas por los anales, sino más bien del mismo origen de Todas las cosas.
La tradición, en el sentido exacto del término, consiste en la transmisión innata e inmanente de los principios de orden universal. La idea más próxima, la más capaz de evocar el profundo significado de la tradición, seria la de una filiación espiritual de Profesor a discípulo, de una influencia formadora, TAROT análoga a la vocación O a la inspiración, tan consustancial con el espíritu como la herencia genética lo es con el cuerpo.
Se trata de un conocimiento interior, coexistente con la vida, de una coexistencia y al mismo tiempo una conciencia superior reconocida como tal, de una consciencia inseparable de la persona que nace con ella y constituye su razón de ser.
Desde este punto de vista, el ser es enteramente lo que transmite, no existe más que por esta transmisión, y En la medida en que transmite. La independencia y la personalidad son simples ilusiones vitalistas que testimonian un alejamiento progresivo y un descenso continuo a partir de un estado extensivo de sabiduría original.
Ese estado original puede estar representado por el concepto de centro primordial, del que el Paraíso Terrenal de la tradición hebrea forma uno de los símbolos, teniendo bien extendido que ese estado, TAROT esa tradición y ese centro son tres expresiones de la misma realidad.
Merced a esa tradición anterior a la historia, el conocimiento de los principios ha sido, desde el comienzo de los tiempos, un bien común de la humanidad que se ha expandido en las formas más elevadas y más perfectas de las teologías del periodo histórico.
Mas un decaimiento general y natural, engendrador de especulación y oscurantismo, ha formado un abismo creciente entre el mensaje, los que lo transmiten y los que lo reciben.
De este modo cada vez se hace necesaria una explicación, Puesto que aparece una polaridad entre el aspecto exterior, ritual y literal, y el sentido original, convertido en interior, O sea, oscuro Y también incomprendido.
En Occidente, el aspecto exterior, social O exotérico, adopta la manera religiosa. Destinada a la multitud de fieles, la doctrina se ha dividido en tres elementos: un dogma para la inteligencia, VIDENCIA una ética para el Alma y los ritos para el cuerpo.
A lo largo de ese tiempo, y en el aspecto opuesto, el sentido profundo, transformado en esotérico, se hundía cada vez más en aspectos tan oscuros que era preciso recurrir a ejemplos paralelos de las espiritualidades orientales para reconocer su coherencia y su validez.
El progresivo oscurecimiento de la idea de tradición, hace tiempo que impide comprender el verdadero semblante de las antiguas civilizaciones, orientales y occidentales, y al tiempo nos ha prohibido el retorno al punto de vista sintético que era el suyo. Solo la perspectiva de los principios deja comprenderlo todo sin suprimir nada, efectuar la economía de un vocabulario nuevo, Asistir a la memoria y facilitar la invención, establecer enlaces entre las diversas disciplinas, Incluso entre las más relativamente alejadas entre si, reservando a quien se ubica en ese centro privilegiado, la inagotable riqueza de sus posibilidades, y eso solo merced a los símbolos.